¡Hola!
¿Sabías que todos los 16 de septiembre se celebra el Día Internacional de la Preservación de la Capa de Ozono ?
Esta fecha fue proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas, con el objetivo de crear conciencia acerca de los efectos irreversibles que produce el calentamiento global en el planeta.
La Resolución 49/114 de la ONU reivindica la firma del protocolo de Montreal, el acuerdo mundial contenido en el Convenio mencionado que propone reducir gradualmente todas las sustancias químicas que agotan el ozono en la estratosfera terrestre.
Hace unos días, nos llegaban los comentarios de una lectora que a su entender eramos «demasiado intensos con este temita de cuidar el medio ambiente»…
Quizás sea bueno saber que el panorama no es alentador: un estudio de la Agencia Internacional de la Energía aseguró que en 2021 las emisiones de CO2 crecerán más de un 5%, entre otras estadísticas que acompañan a la urgencia de la problemática.
No queremos causar pánico, pero con pequeñas acciones entre todas las personas del planeta podemos empezar a revertir todo el mal que hemos hecho.
¿Capa de Ozono?
La capa de ozono es una franja frágil de gas que protege la Tierra de los efectos nocivos de los rayos solares, contribuyendo así a preservar la vida en el planeta.
Sin embargo, la utilización durante años de ciertos productos químicos la dañaron, poniendo en peligro nuestra propia existencia y la del resto de seres vivos del planeta. Un esfuerzo internacional conjunto ha permitido la eliminación y reducción del uso de sustancias que agotaban la capa de ozono, ayudando no solo a protegerla para la generación actual y las venideras, sino también a mejorar los resultados de las iniciativas dirigidas a afrontar al cambio climático. Esos esfuerzos han protegido asímismo la salud humana y los ecosistemas reduciendo la radiación ultravioleta del sol que llega a la Tierra.
El Protocolo de Montreal
El Protocolo de Montreal ha sido uno de los acuerdos medioambientales más exitosos hasta la fecha. Su aplicación ha llevado a la eliminación de alrededor del 99 por ciento de las sustancias que agotan la capa de ozono. Una capa de ozono sana protege la salud de los seres humanos, las plantas, los animales, los ecosistemas y las economías. No podemos sobrevivir sin la capa de ozono, así que sigamos trabajando para protegerla.
Celebraciones
Este año, la celebración del Día Mundial del Ozono tiene como objetivo resaltar otros beneficios del Protocolo de Montreal. Entre otras cuestiones, el Protocolo ha contribuido a la desaceleración del cambio climático y al aumento de la eficiencia energética en el sector de la refrigeración, promoviendo así la seguridad alimentaria.
Otros Problemas
Uno de los datos más sorprendentes del reciente informe de la ONU sobre el cambio climático fue el elevado protagonismo del metano como responsable del aumento de las temperaturas.
Por lo tanto, una campaña agresiva para cortar las emisiones de metano podrían darle al mundo un tiempo adicional para enfrentar el cambio climático, dicen los expertos.
El informe del Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) sugiere que entre el 30 y el 50% del incremento en las temperaturas se debe a este gas, poderoso pero de corta vida.
Las mayores fuentes de metano incluyen la agricultura y también filtraciones de campos de explotación de petróleo y gas, así como de vertederos.
Por décadas, los mayores esfuerzos para enfrentar el calentamiento global han estado enfocados en limitar las emisiones de dióxido de carbono (CO2) derivadas de actividades humanas como la generación de energía o la deforestación.
Cerca del 40% del metano se origina en fuentes naturales como los humedales, pero la mayor cantidad proviene de una serie de actividades humanas.
«Es una combinación de orígenes, desde la agricultura -incluyendo ganado y cultivo de arroz- hasta otra fuente importante de metano que son los botaderos de basura«, dice el profesor Peter Thorne, uno de los científicos del IPCC, de la Universidad Maynooth en Irlanda.
«Una de las fuentes principales proviene de la producción, el transporte y el uso de gas natural, que está mal llamado y debería ser nombrado como gas fósil«, añade.
Desde 2008 se ha registrado un aumento considerable en emisiones de metano que los investigadores vinculan con el boom del fracking, el método de explotación de petróleo que se dio en partes de Estados Unidos.
En 2019, los niveles de metano en la atmósfera alcanzaron niveles récord, cerca de dos veces y medio más de lo que había en la era preindustrial.
Lo que preocupa a los científicos es que el metano es un factor contundente al momento de hablar de calentamiento climático. En un período de 100 años calienta entre 28 y 34 veces más que el CO2.
Sin embargo, un aspecto positivo del CH4 es que no dura tanto en el aire como el CO2.
«Si uno emite una tonelada de metano hoy, en una década esperaría que solo media tonelada permanezca en la atmósfera y en dos décadas, un cuarto de tonelada», dice el profesor Thorne y agrega:
«Así que -básicamente- si logramos detener nuestras emisiones de metano, para el final del siglo su presencia debería regresar a los niveles naturales, los que había allá por 1750».
En un corto plazo, los expertos creen que si las emisiones de metano se cortaran en un 40% a 45% en la próxima década, se podría limitar en 0,3 grados el aumento de la temperatura para 2040.
En un mundo donde cada fracción de grado cuenta, eso implica potencialmente una enorme diferencia en este esfuerzo por evitar que la temperatura global suba más de 1,5 grados centígrados.
Puntos clave del informe de la ONU sobre cambio climático y qué dice sobre América Latina
Quizás el mayor cambio que se requiere en el escenario internacional es separar el metano de otros gases que provocan el calentamiento.
Debido a que los negociadores climáticos de la ONU tratan con todos los gases de efecto invernadero en el mismo proceso, existe la preocupación de que puedan hacer concesiones, comparaciones y compromisos sobre el metano que enturbien los esfuerzos para reducir estas emisiones.
Muchos ahora piden un proceso separado para el metano, en la línea del Protocolo de Montreal, que unió con éxito a los países para regular los gases que afectaban la capa de ozono.
«Para detener el calentamiento a largo plazo, debemos detener las emisiones de dióxido de carbono», dijo el profesor Thorne.
«Pero para ayudarnos en ese camino, podríamos tratar estos gases de manera diferente. Y si pudiéramos tratar el metano de manera diferente, podríamos ganar tiempo para adaptarnos a los cambios que están ocurriendo».
«Es el dióxido de carbono lo que absolutamente necesita llegar a cero. Pero si queremos detener el calentamiento a largo plazo, el metano puede ayudarnos en el camino», recordó Thorne.
Nos leemos pronto, abrazo grande!
Da Naturaleza