Menta, menta, el amor aumenta

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Otra de nuestras plantas favoritas es la MENTA.
¡Nos encanta! Estuvo acompañándonos todo el año pero ahora que está por llegar la primavera está en todo su esplendor. Tenemos en la huerta, en el patio, en una macetita en la cocina…

Hoy te queremos contar sobre todos los beneficios que tiene.

Muchas personas recurren a ella como aderezo fresco e intenso para algunas preparaciones. La hemos utilizado un montón para hacer agua con limón y jengibre, ¡una delicia!, sin embargo, tiene infinidad de propiedades.

La menta, cuyo nombre científico es Mentha piperita L, es una planta muy popular por la frescura que provoca y cuenta actualmente con más de veinte especies.
En el pasado, se empleaba con fines medicinales, sobre todo en lo que a enfermedades digestivas y respiratorias se refiere.
La menta tiene propiedades antiinflamatorias, expectorantes, antisépticas, analgésicas, antibacterianas o antitusivas, entre otras. Además, está compuesta principalmente por agua, fibra, minerales como el calcio, el potasio, el cobre o el magnesio; y vitaminas A, B, C y D. Sin olvidar que apenas posee 0,03 gramos de grasa y 0,48 gramos de carbohidratos, aproximadamente.
Bajo esta premisa y teniendo en cuenta el amplio abanico de nutrientes que forma parte de su composición, ¿en qué nos puede ayudar la menta si la incluimos en nuestra alimentación?

Beneficios para la salud

Como acabamos de ver, las hojas de menta son especialmente útiles para aliviar los trastornos digestivos. Sin ir más lejos, las infusiones de dicha planta ayudan a tener una mejor digestión. Además, se trata de un remedio 100% natural que reduce la hinchazón abdominal provocada por los gases y las flatulencias. También reduce la irritación intestinal, propia de afecciones como la colitis o la enfermedad de Crohn, y evita los vómitos y los cólicos abdominales. Y, por último, su aroma activa las glándulas salivales de la boca y aquellas que segregan las enzimas digestivas. Ante este compendio de propiedades, las infusiones de menta son ideales para después de comer.

El sistema respiratorio también se ve recompensado con su consumo. El mentol descongestiona las vías respiratorias y alivia trastornos tan frecuentes como el asma o los resfriados comunes. También lucha contra la irritación que causa la tos crónica, gracias a su efecto refrescante que enfría y calma la garganta, la nariz y el resto de canales respiratorios.

Por otro lado, el aceite de menta es un buen antipruriginoso, que sirve para aliviar la picazón, y antiséptico, grandes aliados de la salud de nuestra piel. Esta planta ayuda a curar las infecciones, mitigar los síntomas propios del acné y aplacar los eczemas, la dermatitis y la urticaria; además de actuar como complemento de los tratamientos contra las picaduras de insectos, la irritación o la hinchazón.

Se emplea con fines medicinales, sobre todo en enfermedades digestivas y respiratorias
La menta incluye ácido rosmarínico y eugenol en su composición, dos sustancias con efectos anticoagulantes que mejoran la oxigenación de la sangre.
Sus propiedades antisépticas también actúan contra el mal aliento, convirtiéndose en uno de los ingredientes indispensables para cualquier producto de salud bucal. Además, ayuda a eliminar las bacterias que originan el mal olor y a prevenir enfermedades como las caries o la gingivitis.

Asimismo, la menta es un producto antifúngico, por lo que muchas personas recurren a él a modo de emplaste o aceite esencial para eliminar los hongos de las uñas y la piel.

Un estudio publicado en el año 2003 sugirió que el consumo de hojas de menta ayudaba a activar las enzimas digestivas que absorben los nutrientes de los alimentos y convierten la grasa en energía utilizable. Por este motivo, es una planta que suele formar parte de la dieta de aquellos que quieren perder o controlar el peso.

Entre los beneficios de la menta también destaca su capacidad analgésica, un remedio muy interesante contra los dolores de cabeza, en especial las migrañas. De hecho, algunos expertos recomiendan aplicar aceite esencial de menta en las sienes y la frente para reducir los síntomas propios de la enfermedad, como la intolerancia a la luz o el ruido y las náuseas.

El té de menta es excelente para tratar diversos problemas de salud como: 

  • Mala digestión, náuseas o vómitos;
  • Colesterol alto;
  • Dolor de cabeza;
  • Cólicos menstruales;
  • Congestión nasal o pulmonar, principalmente en casos de gripe o resfriado con tos; 
  • Dolores abdominales, por tener acción antiespasmódica;
  • Insomnio;
  • Diarrea con sangre;
  • Tricomoniasis genital.

¿tiene contraindicaciones?

A pesar de todos estos beneficios, no se recomienda abusar de la menta, ya que el mentol que le caracteriza puede empeorar algunas  sintomatologías. Sobre todo si se utiliza como aceite esencial, de ahí la importancia de diluirlo adecuadamente antes de su uso. Debido a sus propiedades estimulantes, algunas personas pueden experimentar efectos secundarios como gastritis, alergias o episodios de insomnio y nerviosismo. Además, los expertos suelen censurar su consumo en niños menores de seis años o mujeres en avanzado estado de gestación o en periodo de lactancia. No obstante, como decimos siempre, toda esta información es general y recomendamos consultar con un médico antes de comenzar a consumir menta, plantas medicinales o cualquier «yuyo» de las que tratamos en nuestro blog.  

Esperamos que te haya gustado esta info, antes de despedirnos te compartimos >>AQUI<< los productos de nuestra tienda que tienen Menta en sus componentes. 

¡Hasta pronto!

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