Cada colilla de cigarrillo contamina hasta 50 litros de agua.
El consumo de tabaco es considerado uno de los mayores problemas de salud en el mundo, más de ocho millones de personas fallecen a causa de su consumo según la OMS, pero no solo es malo para la salud, ¿alguien ha pensado en el medio ambiente?
Las colillas de los cigarrillos están compuestas por filtros de acetato de celulosa, un derivado del petróleo, que se utiliza para diluir y enfriar el humo inhalado por los fumadores y para atrapar parte del alquitrán que contienen los cigarrillos.
Son la mayor causa de basura en el mundo. Representan entre el 30 y 40% de todos los residuos recogidos cada año en la limpieza urbana y en la de las playas a escala internacional. Se estima que se desechan 4,5 trillones de colillas por año en todos los rincones del planeta. Sí, 4,5 seguido de dieciocho ceros, una cantidad tremendamente grande.
Generalmente, los fumadores las tiran al piso sin hacerse mayor problema por su acción, la lluvia las arrastra a las alcantarillas y terminan en las fuentes de agua más cercanas, ríos, lagos y mares.
Para la organización mundial estadounidense Ocean Conservancy, fundada en 1972, una sola colilla de cigarrillo puede contaminar hasta cincuenta litros de agua potable, por la enorme cantidad de sustancias que la componen, como la nicotina, el alquitrán, el arsénico, el plomo y los hidrocarburos poliaromáticos. Una vez que se desintegran, se convierten en micropartículas, que se esparcen rápidamente en el suelo o en el agua confundiendo a los peces y a los mamíferos marinos, que las comen como si fuesen alimento, alterando su ciclo biológico y provocando en muchos casos su muerte.
Por suerte en Uruguay, un grupo de jóvenes preocupados por el impacto que esto significa y comenzaron con un proyecto para sacar las colillas de cigarros del ambiente.
El proyecto funciona con voluntarios que apuestan a la reducción, recolección y reciclaje, llamado «No más colillas Uruguay», y su referente Joaquín Bentancor comentó que en nuestro país se tiran más de 4 millones de colillas por día.
Este proyecto empezó en el año 2019, puntualmente el 5 de junio, el Día Mundial del Medio Ambiente, cuando se estaba manifestando por otros temas medioambientalesen la explanada de la Intendencia de Montevideo, y vio que muchísima gente que estaba por allí, tiraba sus colillas el el piso. Inmediatamente tomó acción y comenzó a juntar las colillas en una botella que tenía en la mochila.
Luego de esto, el proyecto se formalizó con la intervención de colocar bidones en todas las paradas de ómnibus, pero no tuvieron buena repercusión ya que los rompían, o robaban.
Luego hicieron un contenedor que han colocado con el apoyo de distintas intendencias en varios lugares, de la mano con un sistema de recolección, financiado por la ANII.
Estos contenedores se encuentran en columnas de luz, en la puerta de boliches, almacenes, locales comerciales, y en lugares donde hay mucha concurrencia de fumadores.
Se sumó a la propuesta Nicolás de la empresa TEKO quién suministra los nuevos contenedores, que tiene forma de cigarrillo con varios agujeros para depositar las colillas usadas.
Ellos explican que las colillas pasan por un sistema de lavado, para sacar los compuestos químicos y que quede el filtro limpio. Luego lo procesan para generar un plástico que puede ser utilizado en generar placas, con las que se pueden generar nuevos elementos, por ejemplo armazones de lentes.
Los invitamos a ver el siguiente video con toda la info y a compartirlo con aquellos amigos y familiares que fumen para que tengan en cuenta que hay organizaciones que quieren un mundo menos contaminado 🙂